En el Estado de México existe una antigua tradición con raíces prehispánicas y coloniales, dentro de esta diversidad cultural, se encuentran claras muestras de la imaginación y creatividad de los artesanos dedicados a la gastronomía, actividad que además de deleitar el paladar más exigentes le da identidad a los mexiquenses.
De acuerdo con las cifras del padrón artesanal del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), la entidad cuenta con 4 mil 648 personas registradas en la rama artesanal de la gastronomía, de las cuales 2 mil 990 son mujeres y mil 658 son hombres.
Dentro de esta rama se puede encontrar una amplia variedad de dulces, licores y destilados, pan, conservas, nieves y cocina típica elaborada de forma artesanal, así como la antigua cocina tradicional y productos gourmet.
Parte fundamental de esta actividad, que nutre la riqueza gastronómica mexiquense, son los pueblos originarios, La mayoría de los platillos de las comunidades mazahua, otomí, nahua, matlazinca y tlahuica están elaborados a base de productos típicos del centro de México, como el maíz, el frijol, los nopales, así como verduras, frutas y especies de la región.
Entre los productos de origen animal, destacan la carne de pollo, guajolote, pato, conejo, puerco, carpa, acociles, charales y rana, entre otras.
El IOFAEM invita a comprar y regalar productos de gastronomía mexiquense como dulces tradicionales, destilados de maguey, licores frutales, conservas y mermeladas, disponibles en las Tiendas de Artesanías «Casart».