La región noreste del Estado de México es conocida a nivel mundial por las impresionantes Pirámides de Teotihuacán, pero también por sus bellas piezas de obsidiana que han contribuido a enriquecer la mitología en torno a la civilización teotihuacana.
Parte de su desarrollo fue gracias a la explotación y distribución de la obsidiana, misma que era extraída de dos yacimientos principales: el de la Sierra de las Navajas, actualmente estado de Hidalgo y el de Otumba, en lo que hoy es el Estado de México.
La obsidiana se utilizaba principalmente para realizar instrumentos de trabajo, enseres domésticos, herramientas para la cacería y armamento; sin embargo, uno de sus usos más especiales para la vestimenta de emisarios militares, incluso como símbolo de poder para altos dirigentes de otras culturas, como la civilización Maya.
Actualmente las nuevas generaciones de artesanos han dedicado su vida a cultivar este noble oficio creando obras que cautivan la atención de visitantes nacionales y extranjeros.
Este arte se ha diversificado y se pueden adquirir una gran diversidad de objetos, ya sean utilitarios o de ornato como tazas, vasos, copas, candeleros, pisapapeles y abrecartas.
Además de accesorios de uso personal como anillos, collares, brazaletes, pulseras, aretes y dijes, que se suman a la oferta artesanal de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, ambos Pueblos Mágicos de la entidad mexiquense.